CONOCE MI MUNDO
Como si se tratara de una de las especies a las que retrata, la carrera de Paulina Rossell ha evolucionado desde trazos de pincel sobre tela, hasta convertirse en narrativa de hilo, aguja y lentejuelas.
Sus días de niñez transcurrieron entre animales. En algunas ocasiones, era turno de la compañía de perros, aves y reptiles; en otras, mucho más místicas, dragones y otros seres fantásticos nacían desde su imaginación y cualquier instrumento de dibujo que tuviera a la mano.
Tras su mudanza a la capital yucateca se distanció del arte, pero sin saberlo y tras sumar algunos años al calendario, ésta misma sería sede y testigo del inicio de su trabajo artístico.
Aquella niña que se refugiaba entre historias de ficción, transicionó en una joven Paulina carismática, optimista y valiente, resultado de 3 factores: su madre, con quien al ser diseñadora comparte el alma de artista; su educación profesional como licenciada en Turismo y su trabajo para una revista de moda como entrevistadora, así como conductora de su propio podcast.
Si bien sus inicios profesionales en el mundo laboral turístico le abrieron muchas fronteras, a sus 21 años, la viajera Paulina sentía la necesidad de un nuevo destino. Fue así que, entre cuestionamientos, dudas y lágrimas de habitación, encontró la inspiración para crear su primer prenda intervenida: una bolsa de mano que permanecía olvidada, fue lienzo y hogar del dragón que dibujo entonces, casi como metáfora de que era momento de abrir nuevamente las alas.
Colaborar con una fundación que trabaja con comunidades mayas, fue para Paulina punto clave en su siguiente paso, pues de la hipótesis pasó a la comprobación estadística de la amenaza constante que reciben aquellos animales que desde pequeña admiró tanto.
Como una forma de dar voz a la fauna en riesgo, creó para un reconocido ambientalista mexicano una chamarra de mezclilla que retrató especies en peligro de extinción. Fue él mismo quien le dio su primer impulso en social media y con éste, llegó la certeza de dirigir su carrera, sus prendas y arte, como un grito de auxilio a favor de la naturaleza.
La búsqueda de tridimensionalidad para sus creaciones, la hizo encontrar el bordado artístico, técnica que aprendió de mano de la bordadora rusa –y una de sus inspiraciones personales- Katerina Marchenko. Actualmente, Paulina enseña a más artistas esta técnica desde la intimidad de su hogar, aunque también ha impartido cursos en la Galería Matilda en Mérida y, desde este 2022, en la Ciudad de México.
Danielle Clough y Ana María Restrepo son al mismo tiempo colegas y musas. Paulina también se ve influenciada por la obra de Antonio Gaudí, Banksy, Monet y Henry Matisse.
En el camino por entretejer su carrera y convertirse en referente en la creación de piezas únicas que conjuguen arte y moda, su aprendizaje permanece constante. Este mismo año continúa su preparación en el Curso de Upcycling en París en el Institut Français de la Mode.
Las gabardinas que conforman su más reciente colección son las piezas centrales de su exposición en “SophArt Gallery” en Ciudad de México. Su portafolio incluye también la colección de mascadas “The Time is Now”, inspirada en las aves y reptiles mexicanas en peligro de extinción, y próximamente “Corazón de Mar”, resultado de sus inmersiones de buceo en las costas mexicanas que le permitieron plasmar sobre tela aquellos colores bajo el mar que tanto la enamoraron.
Para Paulina su proceso evolutivo ha sido sinónimo de crear prendas que se convierten en exposición itinerante, formarse como artista de puntadas libres y experimentales, e incluso tomar cada una de sus obras como homenaje al espectáculo que día a día nos ofrece la Madre Tierra.
